Carolina Rovere
La preciosa Angelina Jolie, ha
tomado, en estos días una decisión radical que la llevó a un acto quirúrgico de
trascendencia fundamental para una mujer: la extirpación de sus mamas como
prevención del cáncer. Sergio Zabalza hace un interesante recorrido y analiza este hecho haciéndose la siguiente pregunta: ¿es
prevención o privación?[1]
Claro está que esta cirugía se
realizó en los Estados Unidos que no es cualquier país sino uno de los máximos
exponentes respecto a los avances en
medicina. Lamentablemente lo que muchas veces no se tiene en cuenta es lo más
importante a la hora de tomar tamaña decisión: la condición subjetiva. En estos
países que sólo se rigen por cálculos de probabilidades estadísticas en
relación a la salud, un 80 y pico por ciento de posibilidades de tener cáncer
es razón más que suficiente a la hora de decidir.
¿Y las razones subjetivas quién
las escucha?
¿Quien escucha a esta preciosa
mujer que se le ocurre realizarse tamaña amputación? No nos veamos tentados en
creer que gracias a los avances de la cirugía plástica, a los fines estéticos
no se notará porque seguramente serán reemplazados por las mejores prótesis.
Nada de esto es relevante a la hora de medir las consecuencias del impacto en
la subjetividad de este acto. Lo importante en el campo de la subjetividad
femenina son las consecuencias que tiene sacarse órganos esenciales de la
arquitectura de una mujer, en su dimensión sexual, sensual y maternal. Consecuencias
que impactan también en la pareja que ella elige; si no preguntémosle a Andrés
Calamaro quien frente a la mujer de sus deseos se adjudica el lugar del
“comandante de tu parte de adelante” ¿Alguien le preguntó a Angelina qué lugar tuvo su hombre en
esta decisión?

Agreguemos un aporte
suplementario a la discusión: Angelina se presentó frente a un enigma, un
vacío, algo que no tenía respuestas: tener o no cáncer. Porque no hay ninguna comprobación certera de
que eso se concrete. Como el vacío y el enigma es lo específicamente femenino, Una mujer se luce como mujer, se embellece
como mujer cuando evidencia un saber hacer con ese vacío que la habita, con lo
enigmático e ilimitado que la conforma.
Para esto se requiere tolerar de buen modo la ausencia de simbolización que
este saber hacer implica: la falta de referente claro, la respuesta unívoca, la
precisión en algunas circunstancias.
En Caras del goce femenino[2]
propongo que el encuentro con lo ilimitado o el goce femenino se realiza
desde que la mujer es una niña. Pero no siempre se sabe bien qué hacer con eso.
Así como el saber hacer hace bella a Una mujer, el no saber la mortifica llegando
a extremos locos. Por eso existen múltiples respuestas defensivas: aquellas que
implican abandonarse a lo ilimitado y entregarse locamente a los excesos, como
aquellas otras también excesivas que implican el rechazo absoluto frente a lo
que se nos presenta como enigmático. El resultado en estos casos es la
mortificación a la que se exponen, de diferentes maneras, muchas mujeres que la
fama ha sabido elevar. No hay recetas, no existe una única
respuesta, el mejor secreto es tal vez escuchar al propio cuerpo, sentirlo,
consentirlo e inventar allí donde habita la nada misma el propio estilo de ser
mujer.
[1] Sergio Zabalza, “La muy discutible decisión
de Angelina”, en http://www.clarin.com/tema/angelina_jolie.html
[2]
Carolina Rovere, Caras del goce femenino,
Buenos Aires, Letra Viva, 1° Edición 2011.
Escuche en una entrevista que le hicieron a Brat Pitt que el estaba de acuerdo y que esta decision la alejaba de la mortifiacion , porque tampoco se puede ser indiferente a un examen que te da mal geneticamente, no se puede dejar pasar el tiempo para ver que pasa, es salir del destino genetico familiar que para ella eso era mortificante Es una decision como otras tantas que se toman en la vida.
ResponderEliminarPablo
Hola Pablo, gracias por tu comentario. Es verdad lo de Brat Pit, yo no lo había escuchado. Con respecto a Angelina lo que escribo es lo que puedo escuchar y pensar como analista.
ResponderEliminarNo se trata de hacer una crítica, ni de desmerecer su talentoso trabajo que admiro realmente. Se trata de ir más allá de la lógica "coherente" que se plantea en estos casos. No creo que sea la única solución ni la más saludable, hay otras maneras de hacer prevención, y según saben los médicos , las posibilidades genéticas de tener cáncer no se circunscriben sólo al cáncer de mama. ¿entonces qué otros órganos habría que extirparse?.
Semejante amputación para una mujer, no es una decisión más, más bien creo que es una decisión que está orientada por una necesidad inconciente de mortificarse. Un saludo !!!
cierto! algo de lo real que no pudo simbolizar? y entonces ....al acto de cabeza????!!!
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